Estos desechos orgánicos los vemos a toda hora, por todos los andenes y parques de la ciudad. Las mascotas son muy bonitas, sirven de compañía y algunas ayudan a las personas discapacitadas, pero esto no justifica que en lugares públicos estén esta clase de desechos. Si alguien va a sacar su perro o gato a pasear, es necesario que salga con una bolsa plástica para recoger lo que la mascota arroje porque aparte de que estos residuos del animal se ven feos y las personas lo pisan, son dañinos para la salud de las personas, por ejemplo, los desechos del gato, si una mujer en estado de gestación camina cerca de ellos puede contagiarse de toxoplasmosis creando una enfermad grave tanto a la madre como al bebe que la mayoría de las veces es mortal para ambos. Reflexionemos un poco y no dejemos que las mascotas dejen estos residuos en lugares públicos.
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